sábado, 26 de octubre de 2024

STILL ALIVE

Suaves Manos y Arrugadas

    Rosemary sostenía en sus manos su nuevo horario. Esta decepcionada de sí misma, no había sido capaz de pasar el examen para conseguir sus créditos de español. Ahora, se veía forzada a tomar la clase este año. Sus ojos escanearon el papel en busca de quien sería su maestra de español. Un nombre capto su interés, Angelica Pérez, su nueva maestra de español.

 

    Nunca había conocido bien a la señora. Había escuchado muchos rumores sobre ella, pero no sabía si era verdaderos. Algo se revolvió en su estómago al no saber que esperar de Ms. Pérez. Tenía la esperanza de que encontraría una forma de pasar la clase sin hacer el trabajo. Tal vez, de conseguir un trato especial con la maestra. Algo que fuera solo de ellas.

 

    Finalmente era el momento del día en cual Rosemary conocería a Ms. Pérez. Al llegar a la clase, vio en la esquina a una señora que estaba más cerca de la muerte que de su divorcio. Su cabello blanco estaba recogido en una cola de caballo. Sus lentes caían en el puente de su nariz un poco más abajo de lo que deberían estar. Ms. Pérez volteo para encontrarse con la mirada intensa de Rosemary. Sus ojos se conectaron en lo que se sintió como la eternidad. Con tan solo verla, Ms. Pérez supo que Rosemary era una estudiante especial.

 

    La clase empezó, y durante todo el tiempo Ms. Pérez estuvo atrás de Rosemary. La regañaba constantemente, e incluso la siento justo al lado de ella por su “mal comportamiento”. Rosemary hacia su mejor esfuerzo por no darle importancia. Dio su mayor esfuerzo para completar el trabajo sobre acentos que la maestra había dejado. Sin embargo, todo ese esfuerzo fue en vano.

 

    Fue a entregar su papel, y Ms. Pérez la vio como si fuera el pedazo más grande de mierda que ella visto.

 

-“Todo esto está mal hecho. No me sorprende que no hayas pasado el examen. Voy a necesitar que te quedes después de clases, ¿ok, amor?” Ms Pérez dijo ocultando sus verdaderas intenciones.

 

    La escuela termino y Rosemary se quedó a petición de Ms. Pérez.

 

-“Ven, siéntate más cerca de mí. Déjame te explico.” Ms. Pérez le dijo a Rosemary.

 

    Rosemary fue y se sentó justo al lado de Pérez, tenía miedo pues no sabía que esperar. De pronto, una mano arrugada se posó en su hombro y lo empezó a masajear. Era como si una pasa le hiciera el amor a su hombro. Poco a poco, esa manita de vieja iba bajando más y más.

 

-“Dime donde está el acento en ‘teléfono’.” Ms. Pérez dijo con una voz sexi.

 

    Todo el español se le fue a Rosemary. Estaba más concentrada en las cosas impuras que le hacia esa mano pegajosa y arrugada. Una de las manos de Pérez le jalaba el pelo mientras le susurraba como funcionaban las esdrújulas, graves, y agudas.

 

-“El acento va en la te” dijo Rosemary.

 

-“Estas mal, ahora te toca recibir un castigo.” Dijo Ms. Pérez mientras bajaba más su mano.

 

    Antes de que pudiera hacer algo, llego la maestra del a al lado, Ms Boeck, la maestra de Frances.

 

-“!¿Que estás haciendo con esa niña?!” Dijo Ms. Boeck sorprendida. Su novia le estaba pegando y no en el trasero. Siempre tuvo la sospecha de que salir con Pérez era una mala idea.

 

    Ms. Boeck salió corriendo lo más rápido que su edad le permitía. Pérez tiro Rosemary al piso para salir corriendo atrás de Boeck.

 

-“Amor espera! Te juro que lo puedo explicar.” grito Pérez desesperadamente.

 

    Boeck salió del edificio hacia el estacionamiento. Sin ver por dónde iba, se tropezó y cayó al piso. Pérez trato de acercarse a ella, pero ninguna de las dos había notado el bus escolar que se aproximaba a Boeck.

 

    Lo último que sus ojos vieron, fue al amor de su vida siendo aplastado por un bus escolar. Ahora Pérez vive atormentada por sus acciones, pero igual siguió viendo a Rosemary después de clases como una manera de distraerse.


Dedicado a Chemiz de Flores Moradas


-John Lemon

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